Cultivando la comunión en la Familia.

Domingo 24 septiembre de 2006.

Cultivando la Comunión en la Familia

La comunión requiere de compromiso. Solo Dios puede crear una verdadera comunión entre las personas, pero él la cultiva dentro de nuestras elecciones y compromisos.

Procuren mantener la unidad que proviene del Espíritu Santo, por medio de la paz que une a todos (Efesios 4:3 DHH). y se dedicaban continuamente a las enseñanzas de los apóstoles, a la comunión, al partimiento del pan y a la oración (Hechos 2:42 LBLA).

Se requiere del poder de Dios y de nuestro esfuerzo para tener la comunión entre nosotros. Tal vez tengamos que reformatear algunos de nuestros hábitos.

Pablo escribiendo a Timoteo le dice: Espero ir pronto a verte; pero te escribo esto 15paraque, si me retraso, sepas cómo debe portarse uno en la familia de Dios, que es la iglesia del Dios viviente, la cual sostiene y defiende la verdad (1 Timoteo 3: 14~15 DHH).

1. Para cultivar la comunión se requiere honestidad. Es mas fácil permanecer en silencio y en indiferencia que hablar con verdad y honestidad. La mayoría de las personas vive sin luz en su camino siendo egoístas y autodestructivos. Con frecuencia sabemos cuales con sus necesidades pero tenemos temor de hacer o decirles algo. La comunión ha sido saboteada por el temor y como cristianos tenemos que cambiar esta actitud.

El apóstol Pablo nos dice: Hermanos, si ven que alguien ha caldo en algún pecado, ustedes que son espirituales deben ayudarlo a corregirse. Pero háganlo amablemente; y que cada cual tenga mucho cuidado, no suceda que él también sea puesto a prueba.2Ayúdense entre sí a soportar las cargas, y de esa manera cumplirán la ley de Cristo (Gálatas6:1-2 DHH).

Muchos grupos incluidos los grupos cristianos e iglesias, se hacen superficiales porque tienen temor al conflicto. Pero cuando los conflictos son manejados correctamente, tendremos crecimiento. Cuando todos saben del problema pero nadie se atreve a hablar de el, se creará un ambiente propicio para la murmuración.

El que reprende al hombre hallará después más favor que el que lo lisonjea con la lengua Proverbios 28:23 LBLA).

La franqueza no es una licencia para decir lo que queramos y cuando queramos. No significa ser crudos o rudos respecto de una verdad. La Biblia nos dice que hay un tiempo, y una forma de decir las cosas.

2. Para cultivar la comunión se requiere humildad. La egolatría, el orgullo, la soberbia entre otros ingredientes, destruyen la comunión mas rápido que cualquier otra cosa.

El orgullo construye paredes divisorias, la humildad construye puentes. Asimismo, vosotros los más jóvenes, estad sujetos a los mayores; y todos, revestíos de humildad en vuestro trato mutuo, porque Dios resiste a los soberbios, pero da gracia a los humildes (1 Pedro 5:5 LBLA).

El orgullo bloquea la gracia de Dios en nuestras vidas, si en verdad queremos crecer, cambiar, ser sanados y ayudar a otros, tenemos que aprender y practicar humildad. ¿Qué es la humildad? De acuerdo .al Diccionario Larousse es ausencia completa de orgullo, sumisión voluntaria por conciencia de la propia insuficiencia. Reconocer que necesitamos de Dios.

¿Cómo podemos desarrollar humildad en una forma práctica? Admitiendo nuestras debilidades, siendo pacientes con las debilidades de otros, siendo abiertos a la corrección y disciplina de nuestras autoridades, reconociendo a otros. Veamos lo que Pablo recomienda a los cristianos de la iglesia en roma.

Vivan en armonía unos con otros. No sean orgullosos, sino pónganse al nivel de los humildes. No presuman de sabios (Romanos 12:16 DHH).

3. Para cultivar la comunión requiere cortesía. La cortesía respeta las diferencias, es considerar los sentimientos de los otros, es ser pacientes con aquellos que nos irritan. En cada grupo o iglesia siempre existirá por lo menos una persona «difícil», esta persona tiene necesidades emocionales, inseguridades profundas, costumbres o hábitos molestos.

Cada uno de ellas requerirá de una porción extra de gracia. Dios los puso en nuestro camino para un beneficio mutuo. Ellos son una oportunidad para crecer y son una prueba para nuestro amor y fe pr6irctica.

Cada uno de nosotros agrade a su prójimo en lo que es bueno, para edificación (‘Romanos. 15:2 RV95).

4. Para cultivar la comunión se requiere confianza. La comunión verdadera sucede cuando las personas se sienten seguras de compartir sus dudas y temores sin ser juzgadas, esto solo es posible en un ambiente de aceptación, confianza y confidencialidad. Guardar confidencialidad no significa mantener el silencio cuando nuestro amigo o hermano peca, significa que las confidencias que se hablen o compartan en un grupo permanecerán en ese grupo sin haber filtraciones al exterior. El hombre perverso promueve contienda y el chismoso separa a los mejores amigos (Proverbios 1 6:28 RV95).

5. Para cultivar la comunión se requiere confianza. Toda relación requiere de tiempo y frecuencia, no es ocasional. Si queremos buena relaciones debemos

invertir tiempo con las personas y no tan solo escucharles. La comunión no se construye en la convivencia. o cuando lo sintamos en el corazón. La comunión se construye en la convicción de que la necesito para tener una buena salud espiritual. El autor de la carta a los Hebreos nos recomienda que: No dejemos de asistir a nuestras reuniones, como hacen algunos sino démonos ánimos unos a otros; y tanto mas cuanto vemos que el día del Señor se acerca. (Hebreos 10: 25 DHH).

Si deseamos cultivar una verdadera comunión, eso significa que debemos reunimos aun cuando no sintamos hacerlo, es importante para Dios y para nosotros. En la Biblia leernos que los discípulos de Jesús: Todos los días se reunían en el templo, y en las casas partían el pan y comían juntos con alegría. (Hechos 2:46 DHH).

Conclusión

Si eres miembro del cuerpo de Cristo y de esta iglesia te animo a hacer un pacto de grupo para desarrollar la comunión practicando: honestidad, humildad. Cortesía, confianza, y frecuencia.